
Sentado en el trono estaba Calderón
Cuando llegó Elba Esther Gordillo reclamando su pensión
Lo tomó de su oreja y le dijo vámonos al reventón
Que al fin y al cabo se que te gusta el ron
De pronto se apareció la huesuda y les dijo
Ahora sí su hora ha llegado, pues fecal a muchos se ha llevado
Con sus “daños colaterales”
Así que señores no me quieran sobornar
Elba Esther sabes bien que tu sindicato no te va a ayudar
Pues por más que quieras ocultar
Te odian sin cesar
Así fue señores
Que el pobre presidente
No pudo salvar su vida
Pues esta vez no pudo comprar votos a favor de él.
Por fin descansa México de estos dos ladrones
Más nos queda el cuerpo completo
De diputados y senadores.
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